Petitorio al Sr Indente de la Municipalidad de Córdoba. Córdoba . Argentina
Al Intendente de la Municipalidad de Córdoba: Dr. Ramón Mestre
Al Sr. Secretario de Transporte y Tránsito
Cr. Julio César Waisman
S / D.-
La Asociación Civil Foro de Familiares de Víctimas de Siniestros Viales de la Provincia de Córdoba, nos dirigimos a Ud. respetuosamente y por su intermedio a quien corresponda para informar y solicitar, en relación a situaciones que estamos investigando que son de su competencia. Nos preocupa y ocupa la evolución dada la razón social a la que pertenecemos. Somos ciudadanos de este municipio que nos hemos organizado para luchar contra la inseguridad vial luego de haber sufrido pérdidas de hijos y hermanos en hechos tránsito, que devienen de delitos viales. Trabajamos hace cinco años de manera informal y ahora con más razón por constituirnos con personas jurídicas.
El motivo de esta comunicación y petitorio, se debe a que sostenemos que es función del Estado municipal, al igual que al provincial, velar por los derechos elementales de los ciudadanos, entre ellos: derecho a la vida, derecho al tránsito, a la seguridad vial, a la salud y a la educación. Nuestra municipalidad cuenta con dependencias que se orientan a la misma, pero en cuanto a siniestralidad vial parece que no está siendo efectivo u operativo el tratamiento de esta temática.
Observamos:
- Que hace años que no se hacen campañas preventivas desde este municipio, ni se ha intervenido a nivel masivo al respecto (a nivel visual ni escrito), orientada a todos los sectores territoriales y sociales. La Municipalidad cuenta con espacios como los centros vecinales, CPC en dónde se podría hacer mucho más refuncionalizando los recursos con los que cuentan.
- Que no se dictan materias de seguridad vial de manera constante y obligatoria en las escuelas municipales. Oportunamente nos dirigiremos al Ministerio de Educación para hacerlo de manera
El municipio cuenta con una escuela de conducción que está muy bien equipada y que no se ha popularizado para enseñar a conducirse en la vía pública en cuanto a valores, al cuidado de sí y de los semejantes que tienen derecho a transitar por el mismo espacio público. Consideramos que no sólo educar al transeúnte sea conocer las normas de tránsito, sino produciendo un cambio en el paradigma de la cultura vial.
- Que en relación a las licencias de conductor, si bien se ha mejorado no implica que los exámenes que se toman sean suficientes para educar al ciudadano en cuanto a la responsabilidad que entraña conducir un vehículo. Contribuyen estos elementos a la invisibilización y naturalización de la problemática, reflejada en los altos índices de siniestralidad que siguen registrándose en la provincia y específicamente en nuestro municipio. Tampoco parece haber conciencia de la responsabilidad que entraña otorgar habilitaciones sin tomar los debidos recaudos.
- Que por lo anterior existe un abuso de los recursos de la ciudad en salud a causa de la magnitud de este flagelo. El Hospital Municipal de Urgencias casi se
encarga exclusivamente de los siniestrados en materia vial. Lo que obliga a una erogación de la municipalidad superior seguramente a la implementación de una seria política de seguridad vial, que trascienda a los gobiernos que se sucedan. De esta manera abordar todas las aristas de este complejo problema social al prevenir, asistir y educar.
- Que los sistemas de emergencia presentan falencias por internas ajenas al ciudadano, habiendo casos en nuestra muestra que no tuvieron a tiempo la asistencia adecuada. Si trabajaran en conjunto seguramente nuestra ciudad estaría protegida en el momento de un siniestro vial.
- Que el estado de las vías están deterioradas, complicadas con problemas de cloacas y luminarias de público conocimiento y padecimiento. Esta situación se agudiza en los barrios y periferias, como lo son los accesos a la ciudad desde circunvalación, en los barrios más carenciados y más lejanos al centro. Muchos de los hechos que llevamos en tribunales se han producido en estos accesos que son tierra de nadie y que compete también al municipio.
- Que en relación a los controles no se realizan a nivel general sino en sectores definidos al casco céntrico. Lo más paradójico es que los hechos fatales o más graves se dan en los vecindarios y aledaños. Estos controles no solo deben darse por el uso o no de cascos para motociclistas, sino en el respeto de todas las normas de tránsito que se refiere a cumplir con las ordenanzas en materia de seguridad vial, de manera de educar al que ya transita. Y no solo por multas sino en función de educar a cada uno de los que infringen sobretodo faltas graves como lo es pasar semáforos en rojo, conducir a exceso de velocidad o doblar en U o a la izquierda, como comúnmente se hace dentro de la ciudad y que son la mayoría de las causas que devienen de delitos viales, los cuales se tramitan en tribunales provinciales, tenemos hecho un muestreo cualitativo de los mismos. Las multas son correctas porque es una manera que molesta y duele, pero parece que no son efectivas a la hora de cambiar la cultura vial de los cordobeses.
- Que la Municipalidad cuenta con todas las áreas que pueden producir investigación para mejorar esta situación tan lamentable para algunos y tan naturalizada para otros. Hace años que escuchamos la necesidad de un observatorio vial que centralice la información para la realización de políticas más precisas, disminuir y porque no, ser ambiciosos: erradicar este grave problema en nuestras calles. Sabemos que hay gente comprometida en la temática y formada, pero no se observa que puedan realizar tareas mancomunadas para investigar y favorecer cambios en la conducta de los ciudadanos. La tarea es muy compleja pero sino se empieza o intenta, seguirá en aumento, según la tendencia. Si la misma sigue en esa carrera, no habrá familia que no tenga un fallecido o herido grave en los próximos años. Conocemos que algunos sectores investigan sin que reglamenten la ordenanza N° Municipal N° 9981/98 Art. 87 Investigación Accidentológica. (Anexo A)[1].
- Que en cuanto a la nocturnidad, no se observan operativos que muestren la presencia de control, y no solo sanción en las áreas que llaman rojas en nuestra ciudad para la buena conducción en la vía pública. Al contrario sabemos que siempre se apostan en los mismos lugares desde hace años y es de público conocimiento como evadirlos. Dejando siempre brechas para que las zonas liberadas sigan existiendo, produciendo cantidad de siniestros que generalmente ocurren en circunvalación. El uso de alcohol es uno de los principales puntos que aumenta la siniestralidad (casi todos los casos de nuestra asociación se produjeron por el uso de alcohol u otras sustancias); lo que origina una ficticia presencia municipal y de policía provincial. No hablamos solo de jóvenes a los cuales por sus características hay que cuidar más y educar, sino también gente adulta y mayor que conduce alcoholizado sin ninguna responsabilidad siendo dentro de nuestra muestra casi la mitad de los imputados por homicidio culposo agravado.
- Que no se trata de perseguir motos solamente sino de lograr una nueva cultura vial, una desnaturalización de los mal llamados accidentes viales, enmascarando delitos viales porque son contravenciones a la norma pero pueden causar homicidios y lesiones graves a los demás.
- Que no existe en el presente ningún programa de asistencia a la víctima de siniestros viales, ya sea en el momento agudo de trauma como en el pos- trauma en materia de salud mental. Tanto el damnificado directo como su familia quedan en un estado de desprotección, presos de los mecanismos de bioseguridad y la tutela del estado que, por supuesto, se ve inoperante ante la cantidad de casos que debe cubrir ocasionando una inercia en las prácticas, en una negación de lo que acontece a nivel social, reproduciendo de manera irreflexiva la idea que son solo “accidentes”. Accidente es algo fortuito. Esto no lo es ya que pudo ser evitado.
Por todo lo expuesto, solicitamos tenga en cuenta que nosotros somos usuarios y contribuyentes a este estado municipal, que es nuestro objeto de existencia como Asociación Civil, la lucha contra la violencia vial y sus consecuencias. Estamos realizando y propiciando acciones en todos los municipios de la provincia, y trabajamos tratando de sumar fuerzas para el bien de la población en general. Nuestro pedido no es una crítica por sí misma, sino esperamos poder colaborar con la institución a la que Ud. Pertenece, ya que entendemos que todos hacemos que nuestra ciudad sea cada vez más habitable, y aspiramos a una mejor calidad de vida en general y en especial en relación a la seguridad vial como un derecho que implica a la vida misma.
Desde ya ofrecemos toda colaboración con la información que contamos para ampliar o profundizar lo expuesto. Así como esperamos una positiva y urgente respuesta de su parte como responsable del área.
Nuestra apuesta es a la vida, una vida digna de ser vivida, no cualquier vida.
[1] Los datos que fueron de suma utilidad en materia legal y de investigación, tal los propósitos de esta Asociación, fueron conseguidos a través de gente competente y que sigue haciendo su trabajo aun cuando no tienen el auspicio oficial, por razones desconocidas por nosotros y que no debe importar a los ciudadanos comunes. Existen en distintas áreas personas con interés en la problemática, que tienen la fuerza y voluntad de seguir realizando un reconteo de los casos que puede llegar a recoger. Continuamos en la provincia de Córdoba sin estadísticas unificadas y verídicas para elaborar verdaderas políticas en seguridad vial. La misma es importante para determinar zonas rojas y también es necesario un estudio cualitativo de cómo se producen los siniestros.
[ssba]